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Capítulo 1: Introducción al curso
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Contenido1.1
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Contenido1.2
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Ejercicio1.1
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Contenido1.3
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Ejercicio1.2
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Contenido1.4
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Capítulo 2: Narrar
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Contenido2.1
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Ejercicio2.1
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Contenido2.2
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Ejercicio2.2
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Contenido2.3
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Contenido2.4
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Ejercicio2.3
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Ejercicio2.4
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Ejercicio2.5
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Ejercicio2.6
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Ejercicio2.7
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Lengua escrita y lengua oral: características específicas de la lengua escrita
En este curso-taller de prácticas de escritura creativa vamos a descubrir las técnicas más importantes que hacen de un escrito un buen texto.
La expresión escrita es, junto con la expresión oral, una de las dos destrezas expresivas o productivas, pero ambas se diferencian en muchos aspectos:
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la entonación y la pronunciación, fundamentales en la expresión oral, tienen su correlato en la ortografía y la puntuación dentro de la expresión escrita
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mientras que en la expresión oral están implicados muchos elementos paralingüísticos (gestos, ademanes, posturas corporales, etc.), en la escrita hay una enorme concentración de elementos propiamente lingüísticos
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se da una mayor atención a la forma en la expresión escrita: a la gramática, las reglas morfosintácticas y a la organización del discurso
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hay menor presencia en la lengua escrita de coloquialismos y vulgarismos que en la lengua oral, e incluso ausencia total de los mismos
A pesar de poseer una tendencia mayor a la corrección formal, la expresión escrita tiene una clara función comunicativa y está presente en multitud de actos de comunicación cotidianos o informales: dejar una nota en la nevera para alguien que vive con nosotros, escribir un recado que nos dan por teléfono para un compañero de trabajo, rellenar impresos o formularios, escribir una tarjeta postal a un amigo…
Por lo tanto, escribir es algo a lo que estamos acostumbrados; pero las dificultades que pueden surgir al redactar en una lengua extranjera pueden ser mayores: diferentes alfabetos o sistemas de escritura (de derecha a izquierda en lugar de izquierda a derecha), diferentes convenciones o fórmulas retóricas, etc. Estas dificultades añadidas se pueden superar utilizando estrategias cognitivas (comparar estructuras, analizar datos, etc.) y metacognitivas (identificar el objetivo de una actividad, planificar, observar y evaluar el propio proceso de aprendizaje, etc.), pero dado que el contexto inmediato o situación no es compartido con entre el autor y el lector, como sí ocurre en la comunicación oral entre el hablante y el oyente, las estrategias socioafectivas (pedir aclaraciones, la repetición de una palabra, etc.) serán muchísimo menos utilizadas en la producción escrita.
En las comunicaciones que tienen lugar a través de Internet, las destrezas productivas, escrita y oral, se encuentran enormemente imbricadas y dan lugar a intercambios textuales bajo el signo, muy marcado, de la oralidad. Analicemos detenidamente las siguientes afirmaciones que tratan de caracterizar a la expresión escrita por contraste con la oral:
“Cuando hablamos, el receptor comparte el contexto. Esto nos permite obviar alguna información o hacer aclaraciones en el mismo momento si son necesarias, pero cuando se escribe, la información debe estar claramente formulada, ya que el momento de la escritura y el de la lectura no coincide y nunca sabemos si el mensaje está suficientemente claro, aunque siempre disponemos de más tiempo y de medios para su producción. La expresión escrita es, por tanto, mediata y reflexiva, carece de retroalimentación y la interacción emisor-receptor se produce a medio o largo plazo” (M.J. Gelabert, I. Bueso y P. Benítez: Producción de materiales para la enseñanza de español. Madrid, Arco Libros, 2002).
Podemos señalar tres funciones didácticas importantes en la enseñanza de la lengua escrita:
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Aprender a escribir géneros textuales de la lengua meta (cartas personales y formales, correos electrónicos, instancias, etc.)
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Escribir como manera de aumentar los conocimientos sobre el idioma, es decir, como instrumento del aprendizaje de la lengua meta (realizar resúmenes, esquemas gramaticales, etc.)
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Escribir como manera de aprender otros contenidos (culturales, de disciplinas específicas como los negocios, el turismo, etc.)
Por lo que se refiere a las técnicas específicas para la expresión escrita en una lengua extranjera, suelen ser parecidas a las de la lengua materna y el estudiante ya las tiene disponibles, porque se adquieren durante la escolarización en la lengua materna, pero aun así debemos recordar los tres grandes pasos que, reformulados reiteradamente desde la retórica clásica a nuestros días (inventio, dispositio, elocutio), se consideran como integrantes del proceso de composición de textos escritos:
1º Planificación: configuración mental del texto, atendiendo a la situación y los propósitos que se pretenden conseguir; organización de las ideas, recopilación de los datos necesarios, etc.
2º Textualización: fase de elaboración del texto escrito, con atención a la secuenciación de la información o las ideas, la progresión, la coherencia y la cohesión, etc.
3º Revisión: fase de evaluación del texto redactado con la finalidad de reformularlo o mejorarlo en caso de considerarse necesario.